La justicia determinó que los violentos ataques en el Congreso fueron parte de un operativo coordinado entre dirigentes del kirchnerismo y la izquierda 

La jueza María Servini confirmó que los incidentes durante la aprobación de la ley Bases en el Senado fueron orquestados, involucrando a sectores del kirchnerismo y la izquierda con el objetivo de impedir la sesión. Entre los actos de violencia se cuentan la quema de un móvil de la radio Cadena 3 y de bicicletas, el hallazgo de una granada de guerra y bombas molotov, la agresión a ocho policías, y daños por 160 millones de pesos.

La causa por los violentos incidentes en el Congreso el pasado 12 de junio dio un giro importante esta semana. La jueza federal María Servini determinó que los ataques durante la aprobación de la ley Bases en el Senado fueron parte de un operativo coordinado entre dirigentes del kirchnerismo y la izquierda, más allá de las acciones de los manifestantes no violentos que se congregaron en la Plaza Dos Congresos.

Hasta el momento, Servini había indagado a los 33 detenidos por la Policía Federal y la Policía de la Ciudad, procesando con prisión preventiva a cinco de ellos. Sin embargo, tras analizar nuevas pruebas y testimonios, la jueza concluyó que los disturbios no fueron actos aislados, sino una acción planificada con el objetivo de impedir la sesión del Senado.

La jueza citó evidencias que incluyen la coordinación entre los implicados, el uso de armas, explosivos caseros y tácticas para generar caos y temor. “Un grupo con despliegue orgánico concurrió a la plaza provisto de armas, escudos y explosivos caseros, respondiendo a directivas de ciertos líderes”, afirmó en su fallo. Este grupo, según la investigación, tuvo como objetivo explícito alterar el orden institucional y frustrar la sesión legislativa.

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